jueves, 19 de agosto de 2010

Nativos, Visionarios digitales

Dolors Reig
Friday, August 13th, 2010

Además de nativos son, a la luz de un interesante y fresco estudio, lo que podríamos llamar, siguiendo con los neologismos, “visionarios digitales”.

Lo firman entre RWW y Latitude y constituye un ejercicio de innovación abierta basado en preguntar a 126 niños de 6 a 12 años lo que desearían para la web del futuro. Este es el ejercicio concreto, en el formato más adecuado para los sueños a esa edad:

“¿Qué te parecería realmente interesante o divertido para poder hacer con tu computadora o internet en un futuro? Dibuja lo que imagines.”

El vídeo resume los hallazgos, que resumimos, traducimos y comentamos a continuación:


Latitude 42 Study Findings: Where Else Will Kids Think to Put the Web in the World? from latddotcom on Vimeo.

Niños e investigadores como visionarios digitales:
Resulta curioso cómo los resultados apuntan a la realidad postdigital, de fusión entre web y no web, siendo los deseos de los niños sorprendentemente parecidos a lo que se desarrolla en este sentido, en la actualidad, en los laboratorios de investigación de las Universidades más avanzadas. El grupo de interfaces fluidas del MIT, por ejemplo, está trabajando en una “impresora de comida” imaginada por los niños del estudio (“Gastronomía digital”). También los desarrollos en tecnología SixthSense y similares son regalos de reyes reportados durante el estudio por los niños.

3D, interfaces táctiles, gestuales e incluso una apuesta por la web semántica , con un niño de 8 años manifestando que imagina un futuro en el que “Ayudemos a las computadoras a saber qué estamos pensando para que hagan más cosas por nosotros, pudiendo ser controladas por voz y de forma táctil”.

“Conciencia” digital


Parece que son, así, bastante conscientes de la realidad, con sólo el 4% de los deseos de los niños siendo demandas imposibles en el estado de desarrollo actual de la computación (viajes en el tiempo, teletransportación, etc…).

Las jóvenes generaciones esperan tener interacciones más intuitivas con la tecnología, no sólo con el iPad. Lo que imaginan es la interacción con todo tipo de objetos del mundo real. Van mucho más allá de los smartphones y la ubicuidad, hasta muchas de las llamadas Tendencias 3.0, como la internet de las cosas y en cualquier lugar.

Como podéis ver en el cuadro triunfan los juegos. Pero no quedan muy atrás la creación, el diseño: el 31% de las ideas propuestas se refieren a herramientas para crear cosas (webs, juegos, vídeos para compartir, objetos físicos, etc…). Muchos de los participantes, de hecho, manifiestan preferencias por el diseño, claras aficiones por la expresión creativa, que consideran que puede encontrar un buen aliado en la tecnología.

Y el dato resulta coherente con lo que siempre manifiesto, los padres suelen ignorar esas preferencias, subestimando los usos creativos de internet y el aprovechamiento de la red en sentido positivo: Cuando les encuestamos sobre las actividades favoritas de sus hijos sólo un 7% de los padres piensa en creación o diseño, mientras el 70% cree que sus hijos pasan la mayor parte del tiempo online jugando. La realidad, en cambio, nos dice que los porcentajes de niños que juegan y los que revelan aficiones creativas y artísticas son similares:



Un mundo social más amplio y accesible
Me ha interesado especialmente esta parte del estudio, que reafirma la importancia de educar la participación más allá de lo lúdico. Las redes sociales son especialmente populares entre los 10 y los 12 años y lo que expresan me parece interesantísimo: lo que los niños desean es una Sociedad conectada, campar a sus anchas en una esfera social expandida más allá de familia y amigos, en entornos de chat inmersivos que les permitan contactar con personas en los lugares más remotos del planeta.

La conectividad contínua a personas e información a través de la web (esa ventana permanentemente abierta al conocimiento de la que siempre hablamos) es natural ya para ellos y parece hacerles sentir más capaces e independientes, ante una vida con más oportunidades, dicen los investigadores. Apuestan por el autoaprendizaje (termino este post en compañía de los twitts de José de la Peña – @sandopen y la #noche_Asimov y acabo de ver uno en esta línea “La educación autodidacta es, creo firmemente, el único tipo de educación que existe”). Pueden ahora consultar cualquier información en Wikipedia (o el resto de la web), aprender a través de juegos, interacciones sofisticadas e incluso interactuar en un video chat internacional de forma gratuita. Y quieren, además, hacer ese tipo de cosas.

Tienen ganas de experimentar el wide world, grande, diverso, con muchas posibilidades. Y de expresarse en él desde un optimismo digital,una autoconfianza que me parecen armas muy poderosas.

“Quiero hablar y ver a cualquier persona en el mundo, usando cualquier lenguaje”

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